domingo, 18 de octubre de 2015

LAURA CASIELLES


Mencionada por:
Alba González Sanz

Menciona a:
Martha Asunción Alonso
Sara Torres
Alba González Sanz
Ana Hidalgo





Biobibliografía


Laura Casielles (Pola de Siero, Asturias, 1986) es licenciada en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en filosofía por la UNED y máster en estudios árabes e islámicos contemporáneos por la Universidad Autónoma de Madrid. Es autora de Soldado que huye (Hesperya, 2008), Los idiomas comunes (Hiperión 2010; con esta obra obtuvo el XIII Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal, así como el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández en 2011, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) y Las señales que hacemos en los mapas (Libros de la Herida, colección Poesía en Resistencia, 2014), su tercer libro de poesía publicado y cuyo proyecto obtuvo una ayuda a la creación del Injuve. Ha sido incluida en diversas antologías y traducida a otros idiomas, por ejemplo en Canto e demolizione. 8 Poeti Spagnoli Contemporanei (Thauma Edizioni, 2013), y ha visto publicados sus poemas, artículos, entrevistas y traducciones en revistas y periódicos como Herperya, Ellas dicen de MLRS, Cuadernos Hispanoamericanos, Mordisco, Clarín... En 2007 fue premio La Voz + Joven de Caja Madrid y la Casa Encendida y en 2009 premio Arte Joven Latina en la categoría de poesía. Realiza traducciones literarias del francés. Ha participado con su poesía de viva voz en diferentes recitales y eventos poéticos en España y en otros países.


Poética

MODO DE EMPLEO

Estuve al borde del cinismo.
Afilé mis palabras,
cultivé alusiones,
desgrané tristezas.
Casi pensé
que era importante un gesto impenetrable
y hacer como si el dolor fuera asunto de risa.

Pero no.

Hay que acariciarse los ojos.

También nosotros necesitamos amor para ser valientes.


(De Los idiomas comunes)


Poemas

LA LEVEDAD DEL PÁJARO

Aprender la levedad del pájaro.
Sacar los pies del nido y encontrar
que fuera el mundo es limpio
y el cielo es amplio
y no nos queda nada
por lo que valga la pena no amar.

Aprender
la levedad del pájaro. Respirar.
Sentir cómo pasa el aire
por todas las esquinas del cuerpo,
lo más parecido a volar
que puede hacer una mujer
como yo,
con el corazón
pegado a tierra.
Desafiar
la gravedad
como quien desafía
una norma, aprender
la levedad del pájaro.
Olvidar que las cosas pesan
y echarlas al aire,
quedarse quieta y ver
cómo
les nacen
alas.
Lo más parecido a volar
que puedo hacer,
yo que tengo
los pies
de plomo.

Aprender
la levedad
del pájaro.


(De Los idiomas comunes)

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DESCENTRALIZACIONES (IV)

Reivindico mi mitad mora, la parte goda
de mi genoma,
basta ya
de dioses griegos que no riegan mi sangre.

Reivindico
un viejo primate casi en las costas de África,
un pueblo que vivía aquí antes.

Amo
a Ariadna y Helena, sí,
pero ya basta:
¿qué ha pasado
con las tres mil mujeres sabias de la corte andalusí?

No reivindico a Pelayo, no reivindico a Isabel,
no vencí
en ninguno de los Triunfos De La Historia.
No sé si habrá héroes en mi estirpe, mi memoria instintiva se detiene
en un loco y una hereje que llenaron los huecos de mi genealogía
en el tramo que se pierde en los siglos oscuros.

Reinvindico
los obreros que pueblan mi escudo de armas
y las lenguas que mataron antes de que yo las pudiera aprender.
Basta ya de vírgenes de óleo y de rosa y de rosae,
ya hemos tenido bastante
derecho romano.

No fueron mis antepasados los culpables
del saqueo de El Dorado, de las casas
quemadas en Brunei.

Reivindico
a quienes emigraron hasta aquí
y a quienes al desertar por amor me salvaron del limbo.

Dejad ya de pintarme
un pasado de grandes avenidas
(inconfundibles, rectas, limpias),
dejad ya de decidirme
apellidos ilustres.

Mi memoria rastreará mi linaje
enredando callejas.
Rehilará cien recuerdos escogidos
para un futuro justo.


(De Los idiomas comunes)

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UN GESTO SIMPLE

Lo aprendimos cuando nos perseguían:

de la mano
correr
no parece una huida.


(De Las señales que hacemos en los mapas)




viernes, 31 de julio de 2015

MARTHA ASUNCIÓN ALONSO


Mencionada por:
Rodrigo Olay



Menciona a:
Laura Casielles
Alba González Sanz
Miriam Reyes
Isabel Bono
Carmen Juan
Martín Bezanilla
Adela Sainz Abascal




Bio-bibliografía

Martha Asunción Alonso (Madrid, 1986) es licenciada en Filología Francesa y titular de un máster en Historia del Arte. Como docente en secundaria y en la universidad, ha residido en diferentes destinos de la Francia hexagonal, la Francia de ultramar y el Canadá francófono.

Su poesía ha recibido distinciones como el VII Premio de Poesía Joven de RNE, el Premio Adonáis o el Premio Nacional de Poesía Joven ''Miguel Hernández'', otorgado por el Ministerio de Cultura. Es autora de los libros de poemas Wendy (Pre-Textos, 2015), Skinny Cap (Libros de la Herida, 2014), La soledad criolla (RIALP, 2013) o Detener la primavera (Hiperión, 2011), entre otros.


Poética

GAJOS DEL OFICIO (fragmento) #ArsPoetica

(…)

Me invitaron a hablarles de literatura a alumnos conflictivos de un centro de educación compensatoria. Me propuse convencer a aquella legión de mascachicles con auriculares de que escribir servía para volvernos más fuertes, para echar menos de menos, para no olvidar (o bien para fabricarnos recuerdos mejores), para hacernos perdonar (y perdonar), para querer mejor de lo que a veces queremos, para enamorar… Servía, vamos. Cuando llegó el turno de preguntas, lo cierto es que me hicieron muchas, todas muy interesantes: si tenía Tuenti, si quería cacho, si fumaba porros y si era bollera.

(De Wendy)


Poemas

MUTACIONES POÉTICAS

En mi familia no hay poetas.

Pero mi abuelo Gregorio,
cuando regaba el huerto en Belinchón,
se quedó tantas tardes
velando las acequias, murmurando:
No bebemos
el agua: es ella quien nos bebe.
El agua
es
la mujer.

No, en mi familia no hay poetas.

Pero una vez, muy niña, encontré cáscaras
de huevo azul
a los pies del almendruco.
Se las mostré a mi padre y mi padre, silencioso,
me enseñó a hacerles un nido
con ramaje; 
y me enseñó por qué: hay pedazos de vida
que son
sueños enteros. 

En mi familia, os digo, no hay poetas.

Pero cuando mi bisabuela
Asunción
contempló por vez primera el mar
-la primera y la única-,
me cuentan que se quedó muy seria, muy callada,
durante un ancho rato, hasta que dijo:  
Gracias
por
los ojos.

No sé de dónde salgo. En mi familia
no hay poetas
malos.


(De Wendy)

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NANTES

La belleza nos iba pisando los talones,
pero éramos fuertes:
ese don de sufrir lo innecesario.

Nantes. O diciembre, que llegó justo a tiempo. 
Yo le rezaba al Loira,
yo le pedí el coraje de no rozar tus alas.
Dicen que aquel invierno fue el peor
del último siglo, los más ancianos
jamás habían visto
tanta nieve. Y que una mariposa
muere si la acaricias.

Hubo también plazas felices,
tardes como un milagro de sábanas al sol,
brindis con el mar dentro.
Y la isla. Cómo voy a olvidarme de la isla,
tu cuerpo, las gaviotas,
hermosísimo error. Y el polvo azul. 

Nantes, o el deshielo.

O cómo la ternura
nos acabó pisando el corazón.


(De La soledad criolla)

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NOSTALGIAR

Plataneros meciendo el corazón,
duendecillos de mimbre en las estufas
y el abuelo que vuelve de la mina
con pan de pajarines y meruéndanos rojos
(rojos eran tus labios cuando pescabas nubes,
de niño, por las Veigas).

Nostalgiar.

Crepitar de mazorcas en el horno.
Otoño en cucuruchos de papel.

Esta niña no sabes el padrenuestro,
ni la tabla del cinco,
ni estar sola.

El príncipe soltero del desván invisible.
Manchas chinas de aceite sobre papel de estraza.

Nostalgiar.

Quiero, abuela, hojaldres y una gripe,
cachorros callejeros a los pies de mi cama:
volver, lavarme el corazón con manzanilla.

Esta niña no sabe estar con nadie,
salirse de los cuadros del salón,
dibujar un sombrero… ni una boa.


(De Detener la primavera


sábado, 18 de julio de 2015

CONSTANTINO MOLINA


Mencionado por:
Gonzalo Gragera


Menciona a:
Martha Asunción Alonso
Carlos Loreiro
Laura Casielles
David Leo









Bio-bibliografía


Constantino Molina nace en Pozo-Lorente (Albacete) en 1985.

Desde que abandonó sus estudios universitarios de Licenciatura en Humanidades en el año 2006 ha trabajado en muy diferentes puestos de empleo que nada tienen que ver con la labor literaria (pintor, ferrallista, jardinero, auxiliar de topografía, camarero o peón en empresas de manufactura). 

Su primer libro, Las ramas del azar, ha sido galardonado con el Premio Adonáis 2014. Algunos de sus poemas se recogen en en antologías y revistas nacionales e internacionales. Es colaborador habitual del periódico ABC. 


Poética


LUCIÉRNAGAS

Escribir en la noche
y sin saber.
Ir encendiendo 
palabras
como luciérnagas
en roca árida.
Y sorprendernos.
Y no saber.
Para admirar, así,
cada vez más
su interrogante y clara maravilla.


(De Las ramas del azar)


Poemas


CANCIÓN DEL MUNDO

Si alguna vez callásemos 
como callan los árboles, las nubes
y las piedras, podrían escucharse
los árboles, las nubes y las piedras.

También en estas cosas se escucha una canción.
Y desde su silencio nos invitan
a creer en la voz que sin verbo habla.

Así,
mientras alguien fabula estrategias que calmen
su incertidumbre,
un lúgano le canta a la mañana 
y el cielo le regala los colores del bosque.

Mientras alguien disfraza con plegarias su miedo,
un milano dibuja su vuelo entre las nubes
y esparce libertad.

Y mientas alguien busca con palabras
la respuesta que salve su alegría,
la primavera llega, tan callada,
y expande los secretos de la dicha.

El mundo nos entona su canción.

Una canción en blanco, 
sin dictado ni acorde, sin ciencia ni conciencia,
que de la nada viene y en todo se refleja.

Basta callar, dejar cantar al mundo,
y oír su voz fugaz para entenderlo.


(De las ramas del azar)

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YONQUI

Pobre ángel desdichado de arrabal.
Outsider melancólico y mendigo
que por unas monedas
lloras en estaciones y mercados.
Probablemente nunca
deseaste la vida de los márgenes
y hoy por ellos caminas
en busca del amor fumado en base.
Comido por el ansia aspiras hondo
ese néctar hirviente 
que ya tu sangre busca y necesita.
Tus pulmones se inundan 
con humo de placer y enfermedad,
con átomos de éxtasis
y con el jugo espeso del suicidio.
No puedes resistir,
tus brazos de sarmiento 
tiemblan mientras sujetas tu veneno
y se abre, renacida,
la flor casi marchita de tu rostro.
Ni siquiera te escondes,
fumándote la plata de los días
haces tu ofrenda al sol de la mañana
y nosotros te vemos,
bufones compasivos de tu suerte,
mientras desapareces tras un fuego
que, hermoso y soberano,
nunca deja de arder
aunque su llama mate y envilezca.


(Inédito en libro)

martes, 14 de julio de 2015

JAVIER TEMPRADO


Mencionado por:
Raquel Vázquez

Menciona a:
Constantino Molina
Gema Palacios







Bio-bibliografía


Javier Temprado Blanquer (Albacete, 1992) es Graduado en Historia por la Universidad de Alicante. Ha publicado el libro de poemas Los vértices del tiempo (Siltolá, 2015). Sus textos han sido recogidos en las antologías Una generación de fuego (Ed. Fractal, 2012) y Cosmoanónimos 2.2 (Festival Cosmopoética, 2014). De igual modo, ha colaborado en la revista Barcarola, en antologías digitales como Abisal Fanzine, Tangram Proyect o Ciudades Esqueleto y en iniciativas como Versos de Pizarra. Así mismoSe alzó con el Premio Nacional de Poesía Joven Ciudad de Albacete en 2014, y durante ese mismo año disfrutó de una beca en la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores. Es, además, miembro organizador del Festival Poético Fractal.


Poética


Por accidente, me topé un día con un poema que no figuraba en los libros de texto. Me era extrañamente familiar porque hablaba de bares y luces de neón. De repente la poesía se convirtió en una compañera amable y hostil y he ido creciendo junto a ella. Supongo que por ello hablo del tiempo, del cuerpo del tiempo y de lo que hace la nostalgia y la memoria junto a ambos. Una gota de agua más que se desliza por la ciudad.


Poemas

I.
En mi bostezo caben mil mundos.
En la circunferencia metálica
de un cañón, que supongo tu boca,
no cabe más que la propia vida.

Y preparo café, cierro las persianas,
doy de comer a mis recuerdos
dos nostalgias al día.

Y pienso que la vida no es un asunto tan grave.

Encuentro la violencia de lo cotidiano,
mirar por la ventana,
teclear números y palabras,
saberme perdido.

Lo subversivo de las cosas
que te matan en silencio.


(De Los vértices del tiempo)

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II.
Cruzas la noche
con el cerebro gris
y lees las noticias en internet.

Exhiben cuerpos sin vida,
deshechos de sombras a plena luz,
sangre habitando con la suciedad.

Circulan tus ojos por el mundo,
Tombuctú, Alepo, El Cairo, Gaza,
Newton, São Paulo.
Nombres sin imágenes, mancillados
de olvido y portadas.

Click y cierras la página.

Clausuras el dolor, ignoras sus nombres.
Su memoria desaparece
entre el fuego de la muerte.

Y a ti no te importa ni lo más mínimo.


(De Los vértices del tiempo)



jueves, 11 de junio de 2015

GONZALO GRAGERA


Mencionado por:
Candela de las Heras



Menciona a:
Jaime Sánchez
Diego Álvarez Miguel
Xaime Martínez
Miguel Floriano
Constantino Molina
Jesús Montiel
Rodrigo Olay





Bio-bibliografía

Gonzalo Gragera (Sevilla, 1991) ha realizado estudios de Derecho en la universidad de su ciudad natal. Ha publicado los libros de poemas Génesis, editado por Jirones de Azul, y La vida y algo más, editado por La Isla de Siltolá. Poemas suyos han aparecido en revistas como Estación Poesía, comandada por Antonio Rivero Taravillo, Piedra del Molino y La Isla de Siltolá. Actualmente, colabora en el programa de radio ''La Mañana'' de COPE.


Poética

Acudir al cobijo de los clásicos. Uno de ellos dijo que todo esto de la literatura se resumía en ver el asombro donde otros ven la costumbre. Poco más.


Poemas


CUESTIONES

¿Por qué cuando te miro
tengo en una mano el ayer
y en la otra el infinito?


(De Génesis)

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LA LIBRERÍA

                      A Fernando Iwasaki

Las librerías: los Estados
más democráticos que existen.

Nuestro librero cuenta las hazañas,
el hito del negocio literario.

Aquel libro, de Marx, ha convivido
un año con las páginas de Friedman;
ambos han sacudido los bolsillos
de un universitario trasnochado
                                                                    e idealista....

Y no hubo contienda ni conflicto
el tiempo que estuvieron dialogando.
Quizás alguna broma algo mordaz,
el discutir irónico y burlesco...
                                                                   y poco más.

Un día del invierno, bajas temperaturas,
Góngora se cobija
en un endecasílabo famoso
de Quevedo.
No estorba la nariz superlativa,
el ingenio satírico del verso.

Las librerías: los Estados
más democráticos que existen.
Escritas están todas las ideas
en silencio. En calma.

                                              Y en libertad.
  

(De La vida y algo más)

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LEVE RETRATO DE UNA PLAZA

Una fuente en la plaza
con su música y su canto.
La cal. El parterre. La acacia.
Los veladores. Los geranios.
El camino pedregoso
inundado de guijarros.
Y el olor a tópico y leyenda
en la flor, aún imberbe, del naranjo.


(Inédito en libro)



lunes, 27 de abril de 2015

SARA A. PALICIO


Mencionada por:
Miguel Floriano

Menciona a:
Cristian David López
Elena Medel
Raquel F. Menéndez
Unai Velasco
Carmen Juan
Laura Casielles
Ruth Llana


Bio-bibliografía


Sara Alonso Palicio (La Felguera, 1991) es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y actualmente cursa el máster en Literatura Española que se imparte en la Universidad Complutense de Madrid. Ha dejado una primera y pequeña huella en la antología Una música, un rumor y un símbolo (Círculo Cultural de Valdediós, 2010) y publicado recientemente su ópera prima, Las costumbres vacías (Trabe, 2015), que mereció el Premio Asturias Joven 2014.



Poética

''By mourning tongues / the death of the poet was kept from his poems'': escribo para restarme realidad.


Yo soy lo de menos: ''creemos los nombres / derivarán los hombres'', dijo alguien alguna vez, a propósito de algo. Aún estoy en ello, para hacerme Quijote y que así sea la verdad como yo la había imaginado.

Intento poner a la vida contra las cuerdas, por eso estoy detrás de esa ficción llamada poema y ''lamo las heridas del tiempo en estos versos''.


Poemas

FILEMÓN A BAUCIS

                                                y no era posible amar
                     entre unas calles donde todo era sucio.

                                                       Javier Egea


Ya siento caer la última noche
en el templo. Déjate la piel
sobre la mía bajo los tilos:
por fin los dioses han olvidado
las luces de los días ajenos
a tu tacto, aquellos cuando yo
no soy yo mismo
                           y no te quiero.


(De Las costumbres vacías)

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MUTATIS MUTANDIS


                                       Recuerda que yo existo porque existe este libro,
                                       que puedo suicidarnos con romper una página.

                                                                    Luis García Montero


Porque puede, uno a veces
                                           se pregunta

 como quien mastica una resaca
aún a medio sueño y ve pasar
la noche (dios, qué noche)
por el tamiz de una miopía
de chupitos y se arrepiente,
es un decir, de tener amigos
decía que entonces uno piensa
o algo parecido  si este puñado
de salpicadas
                      líneas
                                horizontales
son la imagen de un cuerpo
vertical que busca re-
                                 conocerse.


(De Las costumbres vacías)

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Porque tiene el silencio su mecánica
en los círculos que trazan los destinos
poco importa
si las geometrías áureas de los astros
o los ecos de los pasos de los dioses
son lo mismo,
si vivir es o no
                       una cuestión
                                           de tiempo,
mientras algunos cuerpos quieran salir
de dudas
y anticipados a su propio dolor
hagan música al estar contra las cuerdas.


(Inédito en libro)



jueves, 9 de abril de 2015

ALBA GONZÁLEZ SANZ



Mencionada por:
Ruth Llana

Menciona a:
Elena Medel
Lola Nieto
Laura Casielles
Martha Asunción Alonso
Sara Torres
Carmen Juan
Raquel Fernández



Bio-bibliografía


Alba González Sanz (Oviedo, 1986), es licenciada en Filología Hispánica y Máster en Género y Diversidad. Actualmente prepara su tesis doctoral en la Universidad de Oviedo. Ha publicado los libros de poemas Apuntes de espera (Torremozas, 2010), que mereció el Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven en su XI convocatoria, y Parentesco (Suburbia, 2012). De próxima aparición es el cuaderno Traje Roto (Ejemplar Único, 2015). Entre 2006 y 2012 coordinó las actividades del colectivo cultural Hesperya. Mantiene la web: http://albagonzalezsanz.es


Poética

INVENTARIO

Guardo objetos como dones sencillos
que hurtar a la avaricia de la muerte.
Las historias raptadas,
las palabras prendidas
del tiempo.

Cometas.

Guardo detalles que caldean la nieve.
El abrazo como llanto de la mar. Nuestra piel
ofreciéndose al frío
en el combate diario
del temblor.

Guardo todo porque todo me señala.

El Niño que se esconde en el tejado. La Mujer
que camina la vereda arrancando las zarzas
que ocultan el refugio.
Nosotras que crecimos del rescate.

El futuro todo cabe en esta casa.
Sus fantasmas nos conceden
el perdón.

(De Parentesco)


Poemas

AUTOBIOGRAFÍA

Una autobiografía es la suma de las mentiras que se pueden contar.
Yo soy tres elementos en desorden:

la niña participando en pruebas de cross,
sin poder dar marcha atrás, saltar la cinta, detener el paso;
la niña que odia el deporte porque en él no se puede perder

la adolescente acomplejada por no ser bonita,
lista sí, pero con las piernas demasiado grandes;
piernas que ni siquiera le sirvieron para correr

la mujer  joven, oscura  que aún fuma a escondidas,
se esconde entre libros, construye su máscara;
un reloj sin agujas decide por ella sus pasos inseguros.

Mi autobiografía, la suma de las veces que mentí,
las que lloré,
las traiciones y soledades que vi
a mis pies,
que fui regando en silencio.

Mi autobiografía, fracaso inicial, certeza de la muerte.
Asumir el absurdo
para ver
los estragos que causa la esperanza.

(De Parentesco)

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TRANSMIGRACIÓN
(TRÍPTICO)

I.

El trayecto pasó a ser un escenario
condenado por la falta de telón.
No soy la misma. La máscara no oculta
al personaje.
El cuerpo se rebela al tacto,
se contamina en el discurso,
en esta voz.
Ahora que conozco
las falacias erráticas del viaje
me resisto a marchar,
me dejo ser.
Extraño a la que finge
en la distancia lejana de los días.

II.

El silencio quiebra el orden
de la oración, espesa
la calma de lo dicho.
Las piedras que apuntalan este centro se erosionan
al contacto del amor.
Si concateno enunciados olvido el ritmo
hambriento de la sintaxis,
las vidas
proyectadas a la vida que han roto
los cimientos de mi fe.

No respondo para no clasificarnos.

La vieja colección de dinosaurios: sus láminas y huesos, la falta de color.
Cartílago de plástico que no puede rugir, que no nos muerde.
Desde la infancia, las bestias que no temo se guarecen
del temor a las palabras pronunciadas.

Los monstruos de estos días
se alimentan de corazón.

III.

Al llegar a la ciudad fortifiqué un espacio.
Por murallas, las costumbres hechas fotografía;
por tradición, los libros que aprendí.
El hogar eran los rostros felices de los míos:
esta que soy me significa
esta que soy no conoce el cambio.

      La locura se contiene en la ficción.

Los castigos son entonces para el cuerpo.
Prohíbo la soledad, el territorio.
Me construyo en rutina y atravieso
el fondo del dolor como un paisaje
de campos arrasados.

Tierra baldía.

Levanto una casa
huyendo de mí.

(Inédito en libro)


miércoles, 1 de abril de 2015

RODRIGO OLAY


Mencionado por:
Raquel Fernández




Menciona a:
Martha Asunción Alonso
Laura Casielles
Rinoceronte García
Berta García Faet
Xaime Martínez
María M. Bautista
Ángel Talián





Bio-bibliografía


Rodrigo Olay (Noreña, Asturias, 1989) es licenciado en Filología Hispánica y máster en Formación del Profesorado por la Universidad de Oviedo, donde prepara su tesis doctoral. Ha publicado los libros de poemas Cerrar los ojos para verte (Universos, 2011), que mereció el Premio Asturias Joven 2010 y el Premio de la Crítica de Asturias 2012, y La víspera (Isla de Siltolá, 2014). Muchos de sus textos pueden leerse en línea en http://www.portaldepoesia.com/Biblioteca/Rodrigo-Olay.htm



Poética

El programa es sencillo
y a la vez exigente.
Tanto, incluso,
que solo a algunos pocos les será
dado alcanzar cumplirlo
un puñado de veces en una vida entera.

Para muchos será imposible, a secas.

Yo no sé si lo habré logrado aún
ni si lo haré algún día.

Se trata de poder reconocer
cómo cada poema que en ti ocurra
merece o no merece ser escrito.
La regla es infalible, pero cruel.

Un poema es un poema
si puede acompañar  si recordarse
a quien sabe que ya es breve su tiempo.

Si pudieran tus versos ser los últimos.


Poemas


LA NOCHE DE LOS FUEGOS

Y en la playa te vi, sola, al llegar,
y allí, sobre la arena, ardía el cielo
y el aire susurraba entre tu pelo
y bailabas la música del mar.

Y esta vez me tomabas de la mano,
y nos íbamos riendo hasta un portal
y mis ojos te abrían en canal
y tus besos sabían a verano.

Y la noche se nos quedaba escasa.
Y la lluvia traía al sol llorando
y apagaba tu boca porque quema.

Y yo no regresaba solo a casa.
Y tú no preferías a Fernando.
Y yo nunca escribía este poema.

(De Cerrar los ojos para verte)

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BARCELONA

La luz, era la luz sobre nosotros
y perdernos y siempre y cielo limpio,
era el viento salobre, el perfil blanco
del skyline de julio y Barcelona.
Eran tus manos eligiendo calles
frescas y parques lentos y mañana
y entonces y ya no regresaremos.
Pídeme lo que quieras. Pide. Es tuyo.
Pero no aquellos días, por favor.
Pero no aquellos días.

(De La víspera)

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LA VÍSPERA

Cada cinco de enero.
La última semana de colegio.
La noche antes de un viaje.
Todo viernes.
La tarde del ya lo verás mañana.
Hasta un libro de texto el día que lo compras.
Un sobre sin abrir.
El primer paso fuera del hotel.
Navidad en verano.
El instante en que sabes que se va a desnudar.
Un regalo aún envuelto.
La victoria, tan limpia, sobre el mapa.
Los besos, cuando no eran para ti.

Y peor todavía:
lo que quisiste ser.

                                  Ahora, compara.

(De La víspera)

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NOCHE DE SAN JUAN

Miro la hoguera.
No sé si quema más
o si tu piel.

(Inédito)



domingo, 29 de marzo de 2015

PAULA BOZALONGO


Mencionada por:
Diego Álvarez Miguel




Menciona a:
Xaime Martínez
Ruth Llana
Miguel Floriano
Diego Álvarez Miguel







Bio-bibliografía


Paula Bozalongo (Granada, 1991) es estudiante de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid. Ha publicado el libro de poemas Diciembre y nos besamos, que resultó merecedor del Premio Hiperión de Poesía en su XXIX convocatoria. Recientemente ha participado, junto con la artista gráfica Gabi Gallego, en los Encuentros de la Memoria Joven de Caja Granada con una reflexión sobre arquitectura y poesía titulada El espacio sucede en los relojes. También colabora en la organización del Festival Internacional de Poesía de Granada.


Poética

POÉTICA CONTIGO

Estaba convencida
de que un poema surge
casi de cualquier cosa.
Y, si pensaba en ti,
no encontraba palabras.
Renunciar a esa idea
era perder la lluvia,
y la luz, las ventanas,
renunciar al invierno
como fuente de imágenes,
destrozar las ciudades y los mapas
y no poder hablar de besos sin esquinas,
de tardes con tristeza
y de paseos que nunca suceden en Madrid.
Debería hablar del tiempo que se escapa
y convertir las lágrimas en lugares inhóspitos
que transitas sonámbulo
donde no existen gritos ni silencio.
Tendría que olvidar
que el espacio sucede en los relojes:
en las horas que pasan más deprisa
si mis manos se enredan
a esa sonrisa triste que te aleja del mundo
y en los gestos que nacen
con versos hilvanados
a su intención ausente.

Ahora he vuelto al principio.
Quise hablar de casi cualquier cosa
y ha caído la noche en el poema
como un objeto limpio
que ilustra mis temores,
que vuelve a hablar de mí,
pero contigo.


(Inédito en libro)


Poemas

LA HUELLA INTERMITENTE

Esta imagen perfecta
metáfora de paz y de descanso
ha llenado de sal las peores heridas.

El sol no lucha contra la tristeza
y la arena deshace nuestros pasos
como si nadie hubiese
existido jamás.

Pero es solo una etapa,
regresa a recordarnos el asfalto
la huella intermitente del error,
tendremos que aprender a caminar
felices sobre el miedo.


(De Diciembre y nos besamos)


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UNA LUZ SOBRE EL MAR

Esta maleta llena
es un faro encendido que ilumina lo incierto,
la claridad deleble de una luz sobre el mar
que nos muestra a la vez
el miedo y la llegada.

A contraluz,
todo camina firme hacia el pasado,
ya solo existe el mar
y su falso rumor de compañía.


(De Diciembre y nos besamos)


jueves, 26 de marzo de 2015

MARÍA SCHMETTERLING


Mencionada por:
Sara Torres
Miguel Rual


Menciona a:
Jesús Castro Yáñez








Bio-bibliografía


María García Díaz (María Schmetterling, Oviedo, 1992) es graduada en Física por la Universidad de Oviedo y actualmente cursa el Máster de Física Cuántica en la Universidad de Ulm (Alemania). Es violinista en la OCAS (Orquesta de Cámara de Siero) y en la Ulm Universitätsorchester. Su libro de poemas Espacio virgen ha merecido el premio Gloria Fuertes de Poesía Joven en su XVI convocatoria.


Poética














Onement I, Barnett Newman


Poemas


BOB VS BLOCH

certera la vida liquidándose
naturaleza
no es capaz de tanto ser

certero el cuadrado que no alberga
todo
lo albergable
círculo guarda Alejandría entre los labios

certero el frío que monopoliza
con el hábito de los dolores

negra certeza

y ella blanca
blusa de sombra
es presente ciego
a la intemperie que le danza
ahora solamente ahora
acontecerá tal vez que con un gesto
nos izará suave la barbilla

incertidumbre desbocada
amada porque todo
todo en ella se ha cifrado

                    quizá también la luz
                    el nervio
                    la literatura


( Inédito en libro)

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OLGA BAR

quiero la máquina de humo
con su olor a pudor
quiero los focos, quiero
los tornasoles,
quiero la miasma viva,
quiero a la gente desvivida
por un arte incipiente,
quiero ruido obtuso, quiero
indicios, quiero indicios
quiero signos
de la no-parálisis


(Inédito en libro)



martes, 24 de marzo de 2015

LOLA NIETO


Mencionada por:
Ruth Llana




Menciona a:
Lucia Boscá
Ángela Segovia
Alba Ceres
Almudena Vega







Bio - Bibliografía

Lola Nieto (Barcelona, 1985) es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Actualmente, realiza una tesis doctoral y trabaja como profesora de Lengua y Literatura en un instituto. Forma parte del consejo de redacción de la Revista Kokoro, (www.revistakokoro.com), donde colabora habitualmente. Ha publicado el poemario Alambres  (Kriller71, 2014).


Poética

Antes de escribir esto escribía otras cosas. Me deshice de todo porque eran mentiras. Ahora escribo lo que veo y lo que recuerdo que vi. También son mentiras. Pero ni yo misma las sé distinguir. Ahora soy sincera cuando miento.

*

Mi órgano pensante es el intestino. Intestinal es mi contacto con el mundo. Escribo y defeco, y no son actos distintos.


Poemas


perséfone cajón adentro
cuartea rastros
come esquina don
de
dónde
si persiste dónde animal y ternura
para él





oblicua y persiana
aclimatando ombligojo
a la torcedura del cajón

              perséfone saliva a tierra
minucia que a borbotones





perséfone /tiene mentira/
mece oscura y /no decir/
arranca lenta
trocitos /supura/ rodilla y late





no camina
incurre        alambres
como quien ondulea expande
estómago hierritos
       
por ahí



mira y no se atreve ¿qué es
salir?
recupera postura anterior
animalito bicho bola perséfone
ovillo aguanta miedo

- - - - -


                ¿qué es salir?





espera al escondite o
juega     
niña pinocha
perséfone encerradita
                    en esta
caja muy despacio
desaparece del hueco inmenso
                                  abierto

del ombligo
               adiós adiós
cochecito leré





perséfone invertida
murciélaga sonajas y escuchiditos
internos al cajón     lugar de           
                                               oído                     
per  se  foné
                  persefonando





toca
piensa toca es pensar antes
de que hablaras es no
pensar
sino tactísonos

ı
ı
ı
ı
toca dice /extiende/
ı
   aunque          ı
                           ı
                           ı




animalita que de mí eres
soy         siamesas
esta herida que tú
donde lengua y saliva vuel-
co


(De Alambres)

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DUDURUDÚ, DIME

¿Qué guardarías en una cajita? ¿Qué guardarías tú? Yo soy una cajita y te guardo,        Dudurudú        te guardo a ti        Dudú        desde dentro me masticas        Dudú        Dudurudú         ¿quién
eres? En medio. Un pedacito de carne y a esto llamaremos lengua nos dijeron no somos ni lengua tampoco        Dudú        Dudurudú        no somos una voz oímos a través de una brecha en este cúmulo rosado abierto hacia
           ti y yo   yo la carne no es carne es mira y miramos un cachorrito de carne rosada
saliendo entrando la finísima sutura entre mis cuerpos Dudurudú Dudú.      Deforme y libre nadie nos desea
           Somos la cajita parlante.


Una membrana,   Dudú.   ¿Sabes lo que es eso? Busca en el diccionario,     Dudurudú        Ninguna palabra nos dice ¿sabes
lo que es eso?        Dudú y Dudurudú        ninguna palabra dice        dudú y dudurudú        buscamos
palabras y comemos palabras tenemos la tripa llena de huecos        dudús y dudurudús        están creciendo pínchame esta enorme tripa        Dudú Dudurudú        la burbuja va a explotar ¡ah! la cajita parlante lanza un eructo cósmico        Dudú y Dudurudú        duermen plácidamente           Cada gota de sangre canta nuestra canción


Otra vez        Dudú:    
Eres un
secreto no eres ojos ni oídos ni boca ni dedos pero trenza estómago de doble pasmo        Dudú Dudurudú        sola y múltiple       
Dudú Dudurudú        bucle sonoro resonante viviente-viviente

Dudú dudú durudú dudú rudú dú dú d u dúuuuuuu dudú duuuuuuestá a punto de estallar

o sueña una energía repetida henchida deforme y libre la conciencia antes de mis separaciones y en el sueño nos reímos de ti de mí de         Dudú y Dudurudú        de esta canción secreta esta canción tonta secreta la canción sin secreto que nadie sabe oír     demasiado cerca     Dudú y Dudurudú      el estallido el ronroneo     Dudú y Dudurudú       
estas columnas, mis espirales, mis veinte conciencias de                    Dudú y Dudurudú
comiéndose mutuamente
comida mutua comida dormida y estalla duerme mi estallido otra vez otra vez 

¿quién somos y te miramos?                              ¿quién somos y te miramos?  



(Inédito en libro)