viernes, 23 de enero de 2015

BORJA FERNÁNDEZ



Mencionado por:
Miguel Floriano

Menciona a:
Andrés Treceño
Diego Solís
Victoria Sánchez
Pablo Alcántara
Samuel Rosón
Anna Ardelean
Luciana Cezara Moisa






Bio-bibliografía

Borja Fernández Suárez (Gijón, 1993) cursa Estudios Ingleses con  el Minor en Traducción en la Facultad de Filosofía y Letras de Oviedo. Ha publicado Prólogo, una compilación de poemas y relatos, además de aparecer en la antología de poesía social Autopsia a una bala perdida y en el recopilatorio Fame Poétika, colectivo poético en cuyas actividades participa asiduamente. Dirige el proyecto De Las Palabras Bonitas, que pretende ser revista y foro literario al mismo tiempo.



Poética

Mi poesía aún está buscándose las formas, los motivos, las razones. Aún está insistiendo en el camino, en definitiva, lo cual es un hecho que en sí mismo, probablemente, sirva ya como poética. De todos modos, sirvan estos versos para describir mi manera de concebir el asunto poético: ''Para algunos la poesía fue el único recurso asequible/ en la espina dorsal y corrupta del fracaso./ Para el resto/ nadie sabe/ lo que ha sido.'' 



Poemas


DE VUELTA

El imperio de la luna aún es dueño de esta tierra
cuando encuentro sentido a la mañana
porque las manos se te han vuelto panteras.
La carretera nos concede un tiempo casi preciso
para vernos ambos desde fuera
pero nos asociamos a su longitud,
volviéndonos, como ella, lineales.
Luego, la amable dictadura de las sombras
sucumbe a la fuerza joven del día nuevo...


(Inédito en libro)

---------------------------------

HELENA TRIUNFANTE

Es un día soleado y en la almena
de un imponente castillo puedo ver
a una mujer hermosa,
hermosa y bella como ninguna otra,
con la mirada perdida en el mar.
Sus pies finos y descalzos reposan
sobre las ruinas de seis ciudades
mientras ve lo que a ojos
de cualquier ciudadano es una vencida flota
alejándose lentamente en el horizonte.

Pero ella sabe que nada se pierde en las olas,
que todo acabará cuando llegue la noche,
que en las entrañas de la victoria
el enemigo -como el fuego en un volcán-
dormido se esconde.

Y como una rutilante moneda
se enciende entonces su rostro
al sonreír con lentitud,
mientras que, con las manos cruzadas sobre los hombros,
cierra los ojos muy suave y
por fin, respira.

(Inédito en libro)


No hay comentarios:

Publicar un comentario